hoy siento de como se
esfuma,
hoy le digo que nada
perdura;
hoy me aprisionan las
dudas.
Mañana seré feliz y diré
que lo siento,
mañana atestiguaré su
sentimiento,
mañana seré su complemento;
pero, aún así, seguirá mi
añoro.
Muero en auge de luna
nueva,
un nonagenario de espera
nocturna,
braceando entre la
gelatinosa agonía,
hasta que por fin, es luna
llena.
Pero de algo estoy seguro:
que me acompaña, me órbita,
que nunca me suelta; es
mutuo,
pero, que a veces me
aprieta.
Es una lucha que nunca
termina,
una ensalada de vida, de
dos caras;
opto la lucha como un ser
masón,
aceptando la tregua con o
sin amor.
He aquí se complementa la
sazón,
plasmando el mejor placer
del mundo,
nutrido de melancolía con
inspiración;
es escribir estando triste,
al amor.




















